1. OCULTAR LOS PECADOS ES
INSENSATO.
“La
palabra de Dios es viva, eficaz y más cortante que toda espada de dos filos:
penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y
discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada
que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas
y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar
cuenta.”
He. 4:12,13
El jardín se
ve hermoso hasta que levantamos una piedra y vemos lo que hay debajo. Dios
descubre lo que hay debajo de nuestra máscara. Tu pecado es secreto para el
mundo, y tal vez para ti mismo, pero no para Dios. En el cielo tu pecado es un
escándalo. Puedes ocultarlo bajo una montaña, en el pozo más profundo, o en el
fondo del mar, pero para Dios esta filmado en HD.
“Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche
resplandece como el día; ¡lo mismo te son las tinieblas que la
luz!” Sal.
139:12
En el pasillo
de un museo colocaron un espejo donde la gente podía hacer muecas, pero para la
gente que desfilaba del otro lado el cristal era totalmente transparente. Así
son los pecados de la tierra para la corte celestial. Todo se ve en pantalla
gigante.
Tus pensamientos ocultos, tu vicios
secretos, tus deseos reprimidos, tu imaginación lasciva, tus sueños sucios, todo
es escrutado por Dios. Puedes engañar a la gente con tu cara angelical, con tu
voz solemne, tu apariencia decente y tu trato afable, pero Dios ve tus motivos
escondidos, tus pensamientos, tus pasiones, tu mirada furtiva.
En el día final todos tus pecados ocultos
serán exhibidos. La multitud de ángeles y toda la humanidad conocerá tu
vida.
“Pues Dios traerá toda obra a juicio, juntamente
con toda cosa oculta, sea buena o sea mala” Ecl. 12:14
“Nada hay encubierto que no haya de ser
descubierto; ni oculto que no haya de saberse” Mt. 10:26
“En el día en que
Dios juzgará por medio de Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi
evangelio” Ro. 2:16
2. OCULTAR LOS PECADOS ES
MISERABLE.
“Aunque
caven hasta el seol, de allá los tomará mi mano; y aunque suban hasta el cielo,
de allá los haré descender. Si se esconden en la cumbre del Carmelo, allí los
buscaré y los tomaré; y aunque de delante de mis ojos se escondan en lo profundo
del mar, allí mandaré a la serpiente y los morderá. Y si van en cautiverio
delante de sus enemigos, allí mandaré la espada y los matará; y pondré sobre
ellos mis ojos para mal y no para bien.” Am. 9:2-4
Dios odia al
impío y ama al justo, pero abomina al hipócrita. El hombre tibio le causa
aversión, repugnancia. Cristo podía trabar amistad con el pecador declarado,
pero no con el religioso hipócrita. Pablo nos insta a mantener contacto con
los del mundo, pero alejarnos de los cristianos carnales.
Ocultar el pecado nos degrada. Eres peor
que la cucaracha de la cocina; peor que el ratón de la alacena; peor que la
serpiente del jardín. Vivirás en constante temor, angustia y
fingimiento.
Dios dice:
“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá? ¡Yo, Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el
corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus
obras!” Jer. 17:9,10.
Sirves a
satanás pretendiendo servir a Dios. Es una pretensión infame, perversa. Eres
amado y respetado por lo que dejas ver de ti, pero ¿en qué concepto te tendrían
lo tuyos si conocieran tu vida secreta?
“Ninguno puede servir a dos señores, porque
odiará al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al
otro…” Mt.
6:24
“El que no es conmigo, contra mí es; y el que
conmigo no recoge, desparrama” Lucas 11:23
La bestia más
fea del mundo tiene alguna gracia. Pero un hipócrita no tiene ninguna; es lo más
despreciable de la tierra.
David intentó ocultar su pecado, pero su
conciencia le causó terror, insomnio, llanto, dolores intensos y angustia
sofocante.
“Huye el malvado
sin que nadie lo persiga, pero el justo está confiado como un león”
Pr. 28:1
“A los que queden
de vosotros, les infundiré tal cobardía en sus corazones, en la tierra de sus
enemigos, que el sonido de una hoja que se mueva los hará huir como se huye ante
la espada, y caerán sin que nadie los persiga” Lv. 26:36
Deja de vivir
como un fugitivo de Dios enfrenta tu pecado y confiésalo.
3. OCULTAR
LOS PECADOS ES PERVERSO.
“¡Ay de
vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque limpiáis lo de fuera del vaso
y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. ¡Fariseo
ciego!, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de
fuera quede limpio. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque
sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran
hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda
inmundicia. Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a
los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e
iniquidad.” Mt. 23:25-28
“Vergüenza es robar y que te descubran”, dice el cínico.
No estás de acuerdo con esa frase pero la practicas. Mides la gravedad del
pecado por su notoriedad, por sus consecuencias, por la opinión de la gente, y
no por la santidad de Dios.
Un ateo práctico es aquel que se preocupa
más por la opinión de la gente que por la opinión de Dios. Se cuida más del ojo
de la criatura que del ojo del Creador. No blasfema ante el pastor, pero sí ante
Dios. Eso es destronar a Dios; ponerlo por debajo de sus criaturas.
No te engañes pensando que pecar en secreto
acarrea menos culpa que pecar en público. Todo lo contrario. La culpa es mayor
según Dios.
“La persona que haga algo con soberbia, sea el
natural o el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será eliminada de en
medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová y menospreció
su mandamiento, esa persona será eliminada por completo y su pecado caerá sobre
ella” Nm.
15:30,31
Jesús dice: “Tú dices: Yo soy
rico, me he enriquecido y de nada tengo necesidad. Pero no sabes que eres
desventurado, miserable, pobre, ciego y estás desnudo” Ap.
3:17
“Pues conocemos al que dijo: «Mía es la
venganza, yo daré el pago» —dice el Señor—. Y otra vez: «El Señor juzgará a su
pueblo.» He.
10:30
Deshazte del pecado ahora mismo. ¿Qué harías si estás en
medio de un incendio y traes encima un impermeable de hule, o portas un galón de
gasolina?
Puedes jugar a meter la cabeza en las
fauces de un león, o dar toques
instantáneos a la lengua del cocodrilo, o manipular serpientes venenosas, pero
tarde o temprano pagaras el costo.
4. OCULTAR
LOS PECADOS ES PELIGROSO.
“Vendrán sobre ti todas estas maldiciones, te
perseguirán y te alcanzarán hasta que perezcas; por cuanto no habrás atendido a
la voz de Jehová, tu Dios, para guardar los mandamientos y los estatutos que él
te mandó” Dt. 28:45
“¡Ay de
los que se esconden de Jehová encubriendo sus planes, y sus obras las hacen en
tinieblas, y dicen: «¿Quién nos ve, y quién nos
conoce?”
Is. 29:15
“Pero si no lo hacen así, habrán pecado a los
ojos del Señor, y sepan bien que su pecado los
alcanzará”
Nm. 32:23
Ocultar el pecado es construir una telaraña donde uno
mismo quedará atrapado. Es envolverse vuelta tras vuelta con un hilo que llegará
a ser un rollo de acero. La conciencia se va cauterizando y el corazón se va
endureciendo. Uno va de los nervios al cinismo. Del miedo a la
temeridad.
Aferrarse a un pecado secreto es como
asirse a un tronco en un caudaloso río; amarrarse la mano a un toro salvaje;
atarse a un globo aerostático sin dirección. No se sabe donde acabará tu
vida.
“Porque es necesario que todos nosotros
comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que
haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea
malo” 2 Co.
5:10
El pecado
oculto de David terminó en una guerra sangrienta; el pecado oculto de Moisés lo
llevó a vivir 40 años en Madián; el pecado oculto de Acán sepultó viva a toda su
familia; el pecado oculto de Jonás lo confinó a la panza de un pez; el pecado
oculto de Judas lo obligo a colgarse de un árbol.
“Si tu mano te es
ocasión de caer, córtala, porque mejor te es entrar en la vida manco, que
teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el
gusano de ellos no muere y el fuego nunca se apaga.” Mc.
9:43,44
Dices que es un “pecadito”. Piensa que es una rebaba de
metal en tu ojo, una piedrita en tu zapato en un maratón, bacterias
estafilococos dentro de tu organismo. Algo pequeño, pero que puede ser
fatal.
Hoy puedes recibir el perdón de Dios y ser
liberado de la esclavitud de tu pecado.
“El que oculta sus pecados no prosperará,
pero el que los confiesa y se aparta de ellos alcanzará
misericordia”
Pr. 28:13
“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.
¡Límpiense las manos, pecadores! Y ustedes, los pusilánimes,
¡purifiquen su corazón! ¡Lloren, aflíjanse, hagan lamentos! ¡Conviertan
su risa en llanto, y su alegría en tristeza! ¡Humíllense ante el Señor, y
él los exaltará!” Stg. 4:8-10
“Examíname, Dios, y
conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de
perversidad y guíame en el camino eterno” Sal.
139:23,24
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