Cuando el mensajero llegó a la casa con la cesta de comida y una nota arriba, llamó a la puerta, y la mujer sale y al ver la cesta se pone contenta y grita “Aleluya”, y fue inmediatamente a guardarlo en su despensa, sin leer la nota. La mensajera del brujo se quedó en la puerta esperando que leyera la nota o preguntara quien se lo había enviado, pero ella solo alababa al Señor.
Al ver que ella no reaccionaba, ni mostraba interés en saber quien lo enviaba, el mensajero le preguntó a la señora: ¿Señora, no quiere saber quién le envió esta compra de comida?
La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:- No me importa. No es preciso. ¿Sabes algo? Cuando uno ora, DIOS obra y manda su socorro, y cuando nos ama ¡hasta el diablo le obedece y lo usa para bendecirnos! Porque “Todo obra para bien a los que aman al Señor”. (fin del relato).
La mujer, en la simplicidad de la fe, respondió:- No me importa. No es preciso. ¿Sabes algo? Cuando uno ora, DIOS obra y manda su socorro, y cuando nos ama ¡hasta el diablo le obedece y lo usa para bendecirnos! Porque “Todo obra para bien a los que aman al Señor”. (fin del relato).
NO SE PREOCUPE DE QUÉ MANERA VENDRÁ SU VICTORIA, O LA AYUDA DE DIOS, PERO TENGA POR SEGURO QUE DIOS HARA A SU TIEMPO LO QUE TENGA QUE HACER. ¡CUANDO MENOS LO ESPERE, EL VENDRÁ EN TU SOCORRO!
Tenga paciencia.. No es en su tiempo y sí en el tiempo de él……. porque usted ve hasta un límite….Él ultrapasa ese límite……. y ve muy además de lo que entrevemos
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